Cuando uno quiere matar a algo que no existe más que en el imaginario colectivo (dicese, hoy en dia, cyber espacio)

Acababa de terminar de leerle al oso el primer post de ¿Cómo vegano df? y al momento de darle publicar desaparecio de la nada. Mi frustración es tan grande que me estoy riendo, y ahora pienso que fue el destino, igual y si se publicaba una guerra intestina en la blogosfera se desataría o tan simple como que dios no me quiere. Y pues ya que estamos en esto de desastres escribire otro post, desastres culinarios. En las últimas dos semanas he tenidos dos.
El primero consistío en un curry verde que encontre feliz en el sueprcito oriental que se encuentra en churubusco y división del norte. A dieciocho pesos el botecitos y sin mariscos en la lista (siempre chequen la etiqueta para ver si no tiene pasta de camarón o algo similar) era mi sueño hecho realidad. Creo que no he hablado sobre mi gran amor por el curry, casi siempre lo disfrutamos con zanahorias, pimientos y frijoles con platanos machos asados, y arroz integral. Sé que suena bastante extraña la combinación, el dulce de los platanos complemente a la perfección lo fuerte del curry, al igual que los frijoles. Como es costumbre en mí, se me borro de la mente que el curry verde tiene una gran cantidad de chile y campechanamente proseguí a hecharle aun mas chile. El delicioso resultado era tan picante que fue incomible por un par de dias hasta que el picor se fue desvaneciend poco a poco, aun asi sin agua y arroz al lado era el infierno seguro. Moraleja, pongan atención cuando cocinan.
La segunda fueron unas berenjenas, tengo que aclarar que tengo un trauma con ellas, amo su sabor pero no me atrevo a cocinarlas, su amargura puede hechar a perder el mas suculento plato. Hasta el otro día, que me atreví a comprar una y depues de preguntarle al chavo del puesto como quitarles lo salado y buscar durante horas por internet, decidi que la mejor manera era llenandolas de sal dejarlas unas horas y luego enjuagarlas. Cuando salieron del horno y las probe... tenia tanta sal que pense que se me formaria una piedra en el riñon al instante. Moraleja II, asegurense de enjuagar bien a estas perras.
Los dejo, sigo frustrada y por ello sere condecendiente con mi persona y no checare la ortografia.